el barrilete
El viento picarón pasó corriendo y con un zumbido largo se llevó bien alto el barrilete. Na sujetó fuerte con las dos manos el cabo del piolín, que tenía enroscado en una caña, y lo dejó correr. El barrilete llegó a un campito de aire fresco y se quedó ahí: primero se entretuvo saludando a las nubes y después descubrió que abajo habían quedado los chicos. En medio estaba Na con el piolín. Se puso a bailar para que Na se riera, para aquí y para allá. Después se quedó tranquilito mirando el sol, mientras el viento le peinaba y despeinaba los pirinchos. Ya estaba listo para recibir su primer mensaje.
Comentarios
Muy buen Blog, no se si vuelvo a pasar por que el veneno de la realidad colectiva y la mia personal me tiene entre sus garras.
¿Te das cuenta? Jjajaa, soy como Alan Poe.
Salu2.
Mi MADRE es mi PATRIA y mi NOVIA es mi BANDERA.
Saludos desde Salta