brownies y sandwichitos imaginarios

Mi hermana sacó el tema de la recepción de invitados a comer en la propia casa, a propósito de un programa de tele que comenzó una serie sobre eso, con vajillas, curiosidades y tips de diferentes culturas. Acompañadas por la sonrisa aparentemente ajena de mi madre continuamos la conversación un buen rato. Después le volví a pedir su receta de brownies. Sólo horas más tarde me expliqué la placidez con que quedamos: me habían recordado hace poco cómo la imaginación es el motor de nuestra razón. Quizás en realidad con la Lau nos la pasamos cortando sandwichitos, sirviendo té, bordando servilletas chicas y riendo con un montón de gente querida.

Comentarios