Batincho

Día largo de ayudar a cuidar a Batín. Ahora, después de  muchos días de traerle la mamadera antes de dormir, somos amigos. Empieza conmigo una pelea de monstruos o de robots (y "soy la más mala malísima del mundo mundial", prometo, sólo para que él se anime a pelear); después baja la voz y se queda mancito. Y contamos entre los dos por enésima vez un cuento inventado. O inventamos una fiesta con piñata y gallinitas. Me parece que él me está cuidando a mí. 

Comentarios