Noche fría en el tren

Noche fría en el tren por el Altiplano boliviano. El ambiente está impregnado de tortas refritas, gente, acullicos de coca, tabaco y polvillo. Arrebujados en frazadas, la gente duerme al fin, o lo intenta. Golpazo en seco. Ruidos... Y el tren se queda quieto. Gritos de todos los que se despiertan de repente, que a su vez despiertan a los otros. Los que estaban con insomnio han escuchado algo, no saben qué. Sigue el silencio, cortado ahora por el viento, lleno de rumores en el oscuro vagón. Nadie sabe qué pasa, y todos conjeturan. Parece que estamos todos bien aquí dentro. “¡Sht!”: “[No entiendo] el tren... [No entiendo] ¡La vía! ¡La vía! [Especie de lloriqueo de mujer del Altiplano, que sigue un rato, acompañando un foco de luz que parece que se desliza junto a los raíles]. Alguien dice: “Parece que alguien se ha tirado a la vía”.

Comentarios

Coni Danegger dijo…
Suspense! Siga ahí... ¡¡Y gracias!!
Está muy mal que lo diga de entrada, pero te puede servir el dato: la cuestión clave en todo esto es la perspectiva del narrador. Quiero explorar en eso. Si leyera estas líneas alguien que sepa o conozca libros (novelas, cuentos) con voces de narrador interesantes, o "algo" sobre teoría de narradores, ¿me avisaría por favor?
Anónimo dijo…
Me ha parecido un texto maravilloso. Has logrado que sintiera el olor del tren y el frío del Altiplano que se cuela hasta el corazón.

Enhorabuena!