Ayer

(Te iba a decir esto ayer, pero me adivinaste. Ahora, gracias)

Regálame una maceta de ésas que tienes, o dos, o mil. Porque tengo una planta que se seca al sol. Y otra que no sé si está muriendo, abrumada o aburrida. Y una más, que sueña que es bosque con flores y nidos. Y la linda, que ha dado tantas semillas este año. Y tengo más. Por favor.
Y si me dieras una hoja en blanco, te la agradeceré también. Haré un libro para ti: con gorriones, gente de colores, hornadas de pan, tierras ignotas o inventadas, música hecha de palabras, y reconocerás tu sonrisa.
Ya me darás, cuando menos lo espere, dónde poner tanta cosa guardada, y harás que se expanda el paraíso.

Comentarios

Corina Dávalos dijo…
menos mal que vuelves, ¡y con tanta fuerza! Aquí tienes mucho folio en blanco y escribiendo entradas así es verdad que "se expande el paraíso".
Anónimo dijo…
Me sumo con entusiasmo al comentario de Anacó.

Línea a línea vas ensanchando el paraíso. Vuelcas tu imaginación en macetas y cada una podría llegar a ser una verdadera selva. Hay que seguir escribiendo!