Moby Dick

Tenía pendiente pasar del capítulo XXX desde los nueve años y lo hice ahora en una añeja edición con buena letra, dos tomos y breve prólogo.
Sólo diré que Moby Dick es un libro inmenso como miles de años de mar y su leviatán inescrutable, como la guía y el billete de un viaje ballenero y su cargamento de cosas, ritos, gentes (para Melville, "mi Harvard y mi Yale"). Que la cuidada prosa, maravillosa, parece escrita al descuido, tanto en la pasión del recuerdo, la amable ironía o los prolijos estudios de Ismael.
Y que te busqué comentarios: en todos lados, además de enumeraciones o claves de interpretación del asombro, hay unánimes exhortaciones a embarcar.
Parece que para hacerle justicia sólo cabe leerlo de una vez.

Comentarios

Jaime Nubiola dijo…
Lo leí en versión completa el pasado año. Te copio dos textos que llamaron mi atención.

p. 188 "Yo aseguro francamente que el filósofo cosmopolita no puede, por más que le vaya la vida en ello, señalar una influencia pacífica que en los últimos sesenta años haya obrado con más fuerza sobre el mundo entero, tomado globalmente, que la noble y poderosa ocupación de la caza de la ballena".

p. 215. "No pensar es mi undécimo mandamiento y duerme cuanto puedas es el duodécimo: Ahí radica todo". (en boca de Stubb, segundo oficial de Ahab)

Afectuosamente,

Jaime
Coni Danegger dijo…
Yo sólo me dediqué a leer la versión también completa a una regular velocidad de crucero. Me gustó especialmente disfrutar leyendo las descripciones, que en muchas partes me parece que componen la trama. (No comprendo bien que a mucha gente diga que le gustan los libros sin descripciones, aunque me parece que se podrían encontrar razones... Dejaré el tema para quizás otra vez).
Ahora estoy releyendo La Odisea. Me resulta interesante imaginar cómo la cantaría un aedo cien años posterior a La Ilíada (encontré esta clave en el prólogo de Pedro Henríquez Ureña).
Coni Danegger dijo…
Me olvidé, en el entusiasmo: ¡gracias por pasar parte de su selección de Moby Dick!