libros y gentes

Acabo de ir a la Feria del Libro, en Buenos Aires, y me pareció un enorme shopping de libros y de ideas. Me encantó encontrar gente conocida de aquí y allá; la vida se ve que nos había esparcido y ahora nos eligió para estar ahí todos al mismo tiempo, en esos cinco mundos juntos de la Feria. Me perdí sistemáticamente entre personas y stands y sin querer salía una sonrisa redonda en cada déjà-vu. Casi no pude ver libros porque en realidad tenía poco tiempo y seleccioné dónde ir. Me detuve bien en el stand de la Red de Editoriales de Universidades Nacionales y mirando mirando encontré un librito que me estaba buscando a mí, sobre un tema pequeñito y precioso. Y como no llegué a tiempo al encuentro de narradores, al que me moría de ganas de ir, al menos pedí un afiche de recuerdo. Me llamó la atención que la cola más larga estaba en un stand donde unas chicas con peluca verde daban unos vasos psicodélicos con una bebida verde y los de la bebida verde andaban luego por todos lados.
Me parece que en realidad me gustan más las librerías con libros pero también con sosiego, con escaleritas para ver los libros de los estantes, con libreros atentos y pacientes. Y con caramelos para degustar junto a los prólogos. A escala más humana, o algo así.

Comentarios

Corina Dávalos dijo…
Cuéntanos qué librito compraste, ¿no? que nos dejas con las ganas. Abrazo!
Coni Danegger dijo…
Tengo uno de los 300 ejemplares existentes en el mundo mundial de Breve historia de las ideas filosóficas acerca del conocimiento y la técnica, de Mario Osella. Es un título de la Editorial de la Universidad Nacional de Río Cuarto. Me costó $15 (= 3 euritos).
Casi compro un libro de partituras para conjunto de flautas, editado por profesores de otra universidad nacional, pero lo dejé para otra oportunidad :)
Fuera de la Feria compré, usados, La invención de Morel, de A. Bioy Casares, Las uvas de la ira, de J. Steinbeck, y un librito de comida japonesa.

Retribuyo los saludos con todo cariño!