Rato de la tarde

Kevin estaba esta vez desparramando piezas del rompezabezas que trataban de armar su mamá y una hermanita mayor. Tiene tres años, los pelos parados y negros y la piel de la cara brillante por el sol. Cuando se ríe, su risa es corta y aguda; pero hoy no se rió nada. Su mamá me dijo que está con dolor de panza.

Evelyn tiene seis años. Estuvo concentradísima en el cuentacuentos y se olvidó de ponerse seria por las vendas que tiene en los brazos.

Contamos un cuento en una habitación con dos niños de tres años que no se podían mover. En medio vino la enfermera y curó a uno, que comenzó a lloriquear, mientras el otro chiquito seguía el cuento aparentemente absorto, aunque tembló al seguir de reojo a la enfermera cuando se dirigió a él. Lucas se portó especialmente bien y los dos niños se rieron cuando terminó lo de la enfermera. Los alumnos que estaban detrás de la puerta mirando también se rieron.

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