casualidades

No sé si creo en las casualidades; hoy prefiero no creer en las casualidades. La peli que estaba programada para hoy (taiwanesa y agobiante según se anunciaba) no funcionó y pusieron entonces Las margaritas, de Vera Chytilova (Polonia, 1966). Esperaba una sucesión fresca de imágenes en colores y chicas delirantes y la hubo. Pero más reír sans façon, sin pensar, sin saber qué pensar, me parece que no me olvidaré de eso, hasta el último segundo del sonido, y quedar entonces en suspenso, cuando se cerró el círculo de uno de los más íntimos dolores polacos, anunciado una y otra vez. No estoy segura de que lo sea pero yo vi existencialismo y surrealismo en versión femenina. También me vi a mí misma entre los platos rotos.

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