siesta

Casi nada ni nadie se mueve, rompiendo un silencio. La siesta es azul y cálida.

Comentarios

Jaime Nubiola dijo…
Querida Constanza,

Tu breve anotación trajo a mi memoria un poema aprendido en la infancia titulaldo "Tarde de toros". Te lo copio:

Hay un bochorno de siesta.
Apenas se mueve el viento.
Queda en el aire un lamento
como un jirón de la fiesta;

Como un último vagido
del gran tumulto sonoro;
como un hilillo de oro
de un alamar desprendido...

Silencio. En el redondel,
inmóvil, triste, callado,
un abanico olvidado
y un clavel...

En el pueblo, unos reflejos
del sol que se va. Unos dejos
de amargura en las almas.
Y muy lejos, entre palmas,
un fandanguillo...

Muy lejos...

José María Pemán
Coni Danegger dijo…
Gracias, Jaime. Llevaré el poema hoy al club de lectura que formamos en la universidad, por si hay oportunidad de leerlo. De nuevo: muchas gracias.