vaquita de san antonio

Suena Chopin por Barenboim (desde hace días), acompañando el ritmo impredecible del ventilador (desde hoy. Hace calor, no obstante). La mesa tiene un revoltijo feliz de lápices de colores y pilitas de papeles sostenidas por ganchitos y grandes hojas con letreros de letra ondulante: avanti. El bonsai de naranjo hizo un brote que hoy mide 1 mm y una hoja nueva de 2 mm; el helecho salvaje levanta con orgullo un retoño claro en medio de la espesura; el spatifilium se ha decidido a abrir su flor. Los dos muñequitos que pacen sobre la computadora miran al este, quién sabe esperando qué, quizás la lluvia. Ha surgido hoy un montón de partituras antiguas junto a las cajas desvencijadas de la pequeña mudanza del piano que espera aún paciente y silenciosamente que lo pongamos en su lugar (¿esta noche?). A quien no veo es a la vaquita de san antonio que anda por ahí y que es la causante de todo esto.

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