Sentimientos encontrados

Batinchín (3;5) y sus sentimientos encontrados, que domestica con las palabras. Razón parece que lleva Pinker: el lenguaje es un instinto.
Así cuando me vio, recién llegada de viaje para estar con él unos días (con aparente despreocupación, como una repetida cantinela): "Te quiero y no te quiero, te quiero y no te quiero, te quiero y no te quiero". Recién después me pudo saludar. Mi Batincho. Sí, yo soy tu malita y también te quiero hasta el infinito y más allá.
Y al despedirnos (otra cantinela, repetida muchas veces): "Te vas y no te vas, te vas y no te vas, te vas y no te vas".

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