Ex-bebé prelingüístico

Estaba hablando a larga distancia con mi madre, y sonaba detrás la Pichulina, con su vocecita de pichoncito cantor: "¡Coni, Coni!". Parece que andaba con una foto mía.

Me la pusieron al teléfono. "¡Pichu, hola!". Silencio. Le soplaron: Decile a la Coni cómo se llama tu señorita. Es que la Pichu ya va a la guardería. Entonces comenzó a hablar y hablar, todo seguido, y yo por supuesto no entendía nada.

La novedad es que a la chiquita se le ha destrabado la lengua. Yo ya la había visto en enero "diciendo cosas" mientras jugábamos a tomar el té con unos cubos, así que no me sorprende. Todas las versiones juran que el día anterior la Pichulina había contestado, ante una propuesta (de comer o algo así), "No, tasia", lo cual fue interpretado unánimemente, por supuesto, como una educada negación.

Los cuentos fresquitos de la Pichu me servirán para ilustrar a Piaget dentro de tres semanas...

[Pilar, 23 meses]

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